En los últimos años se ha venido insistiendo, en diversos espacios académicos, políticos y empresariales, acerca de la trascendencia de las relaciones económicas entre los países de la Alianza del Pacífico (Perú, Chile, Colombia y México) y Corea.
Lo cierto es que, por su dinamismo, estas relaciones representan una ventana de oportunidad más que interesante para las naciones involucradas.
Un reciente estudio del Centro e Investigación de la Universidad del Pacífico titulado “Experiences on Trade and Investment between LAC and Korea: The Case of Member Countries of the Pacific Alliance”, liderado por la Dra. Rosario Santa Gadea, con la participación de 14 colaboradores peruanos y extranjeros, realizado con el auspicio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), muestra que el 42% de las exportaciones latinoamericanas hacia Corea y más del 55% de las importaciones latinoamericanas desde Corea corresponde a los países miembros de la Alianza del Pacífico. Chile es el principal exportador de este grupo mientras que México lidera por el lado de las importaciones.
Un elemento importante para las relaciones recíprocas es la existencia de tratados de libre comercio (TLC) bilaterales entre Chile, Colombia y Perú con la República de Corea. Se trata de los únicos acuerdos que Corea ha suscrito con países latinoamericanos. El hecho de que justamente se hayan firmado con países que se integran en la Alianza del Pacífico sugiere que hay posibilidades de cooperar para lograr un aprovechamiento conjunto más elevado de estos tratados, favoreciendo también la integración regional particularmente en el ámbito productivo.
El estudio aporta interesantes elementos en materia del aprovechamiento de los TLCs a través de la experiencia chilena ya que es el único tratado en vigor por espacio de más de una década, lo cual permite comparar el “antes” y el “después” del TLC con suficiente proyección en el tiempo: el TLC Corea-Chile entró en vigor en 2004, mientras que el TLC Perú-Corea recién lo hizo en 2011 y el TLC Colombia-Corea, firmado en 2012, aún no entró en vigor.
Es claro que Chile ha sabido sacar ventaja de este tratado y los resultados se reflejan en las cifras tanto de crecimiento del valor de las exportaciones como del número de productos y empresas que exportan al mercado coreano. En el periodo analizado (2003-2013), las exportaciones chilenas hacia Corea crecieron en promedio 16% al año, 370 empresas adicionales empezaron a exportar a Corea y 248 nuevos productos de Chile llegaron al mercado coreano. No obstante, más allá de la rebaja de los aranceles, el pleno beneficio de los TLCs requiere la eliminación de las barreras no arancelarias, lo cual es un frente en el que hay que trabajar muy activamente todavía.
Si bien, con excepción de México, las exportaciones hacia Corea de los países de la Alianza del Pacífico están mayormente concentradas en productos primarios, también hay rubros altamente dinámicos entre las exportaciones no tradicionales, como por ejemplo los productos alimenticios frescos y procesados, procedentes del agro y del mar, con los cuales Chile ha logrado penetrar el mercado coreano y asiático en general. El Perú también está avanzando en esta dirección.
El caso de las exportaciones de frutas frescas de Chile y Perú hacia el mercado coreano es analizado con más detalle en el estudio con énfasis en los temas de infraestructura y logística que son clave para el éxito en la exportación de productos perecibles hacia mercados distantes.
De otro lado, son importantes los aspectos de facilitación del comercio, como por ejemplo los esfuerzos sobre la ventanilla única de comercio (VUCE) en los países de la Alianza del Pacífico y también es útil sacar lecciones aprendidas de algunas experiencias empresariales de internacionalización exitosa, incluyendo el mercado coreano, en los casos de Chile, Colombia y México.
Son comunes a estos casos exitosos factores como los esfuerzos conjuntos público-privados, desarrollo de marca, estándares de calidad, identificación precisa de oportunidades de mercado, establecimiento de alianzas estratégicas para salir al exterior, entre otros.
Cabe destacar que el estudio no trata de la Alianza del Pacífico per se, como esquema de integración, sino de sus países miembros, que fueron seleccionados para esta investigación por varias razones:
- Chile, Colombia y Perú son los únicos países latinoamericanos que tienen TLC con Corea.
- Perú, Chile y México son miembros del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC) y participan en el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP).
- Chile y Perú son los países latinoamericanos que tienen más acuerdos de libre comercio en vigor con países asiáticos.
- Los cuatro países (Chile, Colombia, México y Perú) comparten la característica de ser ribereños del Pacífico y la Alianza entre ellos tiene como uno de sus objetivos principales, justamente, el fortalecimiento de la proyección económica hacia esta zona.
Se trata por tanto de países que tienen una proyección de larga data hacia el Pacífico pero además, y no menos importante, son países que han seguido reformas de apertura comercial y de liberalización de las inversiones a lo largo de las últimas décadas, que han traído como consecuencia dinamismo de sus exportaciones y captación de inversiones, afianzamiento de economías abiertas y con sólidos fundamentos económicos y crecimiento destacado del Producto Bruto Interno (PBI).
Con una perspectiva de largo plazo, el estudio señala que los países de la Alianza del Pacífico crecieron en términos reales a una tasa promedio anual de 6.3% en el periodo 1990-2013, la cual es mayor a la del resto de América Latina y el Caribe que lo hizo a una tasa promedio anual de 5.3%.
Los principales resultados del estudio fueron presentados en el “Knowledge Sharing Forum on Development Experiences: Comparative Experiences of Korea and Latin America and the Caribbean” realizado en el marco de la Asamblea Anual de Gobernadores del BID, en Busán, Corea, en marzo de 2015.
El estudio de la Universidad del Pacífico presentó la perspectiva latinoamericana en los temas de comercio e inversión, focalizado en los países de la Alianza del Pacífico, mientras que el Korean Institute for International Economic Policy (KIEP) presentó la perspectiva coreana sobre los mismos temas.
El estudio del KIEP también ha sido publicado por el BID bajo el título “Analysis of Experiences in Trade and Investment between LAC and Korea: Lessons Learned in Development”.
A nivel nacional, el esfuerzo por hacer estudios internacionales y comparativos así como el avance en abordar la relación con Asia-Pacífico ha contribuido al otorgamiento del Premio PODER al CIUP en 2015 en la categoría de Políticas Económicas.